¿Quién mató a Mariano Ferreyra?: la película que hace visibles las banderas que él murió defendiendo.
Por Lautaro Peñaflor
Foto: www.filmmarianoferreyra.com |
¿Quién mató a Mariano Ferreyra?
es una película-documental estrenada en el año 2013, basada en el libro igual
titulado, del periodista y escritor Diego Rojas. Realizada por Alejandro Rath y
Julián Morcillo (ambos, ya con experiencia en proyectos de este tipo), la misma
intenta desandar una versión sobre la trama detrás de la muerte de Mariano
Ferreyra, asesinado de un disparo durante una protesta, en 2010.
El 20 de octubre de este año, a 5
años del asesinato del joven militante que da título y contenido al film, la
película se estrenó en la web (está disponible
en este link). “El Atelier” la vio, y deja sus apreciaciones sobre ella:
Durante los 95 minutos de
duración que fluctúan entre realidad y ficción, con clara predominancia de la
primera, se cuenta la historia de un periodista (Martín Caparrós, en su debut
protagónico), que trabaja en una investigación sobre la supuesta trama criminal
alrededor del asesinato de Mariano Ferreyra. Así, los diferentes apartados del texto
que va escribiendo, sirven para desarrollar claramente cada arista de un
complejo tema. De esta forma, el espectador no pierde el hilo de los cambios de
situación.
Asimismo, se van sucediendo
diferentes testimonios. Desde la mamá y el hermano de Mariano, hasta amigos y
compañeros de militancia del Partido Obrero, pasando por periodistas,
ferroviarios, trabajadores tercerizados y hasta el autor del libro, que dan
visiones más de tipo técnico que sentimental.
Los testimonios de familiares y
amigos son un punto fuerte de este documental. Esto, quizás, porque logran una
atmósfera cercan, producto de la emoción y los recuerdos, que logran
sensibilizar a cualquier persona. Cualquier mamá o hermano entiende a Beatriz o
Pablo cuando cuentan, al borde de las lágrimas, que extrañan a Mariano.
Respecto a los testimonios, en
algunos de ellos un subtítulo aclaratorio no hubiera estado demás, para que
alguien que no está inmiscuido en la historia, pueda conocer con exactitud
quién habla y desde qué lugar.
No obstante, esta es una historia
de valentía: Mariano Ferreyra era valiente, y así se lo muestra, y también lo
son Andrés Obviedo (el periodista que ocupa el rol protagónico) y su hija
(interpretada por Lucía Romano). Ellos atraviesan dificultades para llegar a su
objetivo final: la publicación de un libro sobre la muerte del militante.
No se trata de una película
comercial, y eso otorga ciertas licencias. Por ejemplo, permite que el ritmo
sea más lento, detallado y analítico, y que se priorice el mensaje por sobre el
impacto. De todos modos, sin buscarlo, el impacto llega.
Las actuaciones son correctas,
sin caer en la dramatización exagerada. Tienen un gran valor desde lo
simbólico, las participaciones de Leonor Manso y Soledad Villamil, en
personajes no tan presentes ni relevantes en la trama, pero con gran peso por
su propio renombre. Que actores apoyen este tipo de causas, merece destacarse.
Estamos hablando de una película
que, desde su comienzo, deja muchos cabos sueltos, que se van uniendo sobre el
final. Si quien está mirando la película no tiene conocimientos previos del
caso, es probable que sienta que no está entendiendo. De todos modos, llegando
a los últimos minutos, todos los cabos sueltos se atan y llegan a conclusiones
firmes y contundentes.
Se trata de un documental que
toma postura ideológica, y construye a partir de ella. Luego, se puede estar de
acuerdo o no con la misma. Pero muchos de sus datos tienen fuerza en sí mismos,
y han sido ratificados- incluso- por la justicia.
Corrupción sindical, patotas,
barrabravas, tercerización laboral, criminalización de la protesta son palabras
claves de esta película. El contenido de esta película-documental tiene que ver
tanto con la difusión de una versión plausible del caso en cuestión (tan
plausible que muchos de los mencionados, hoy están en prisión), como con la
denuncia de complicidades perversas que, aún hoy, juegan en contra de gran
cantidad de trabajadores.
¿Quién mató a Mariano Ferreyra? está
donde tiene que estar: al alcance de cualquier persona que desee verla, y así lo
recomendamos. Aunque parezca un oxímoron, la desaparición de este militante parece
haberlo hecho aparecer, y con él, se hicieron visibles las banderas en las que
se inmiscuye la película que lleva su nombre, y que él murió defendiendo.
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